En este mundo de locos, de subrealidades y parodias. De preguntas sin responder y miradas vacías.
En este mundo donde nadie entiende a nadie, donde todos quieren ser la tapa pero nadie tiene los huevos para ser el contenido.
En este mundo en el que no caben más de dos protagonistas, donde todo es matar o morir. Donde todo es estereotipo y productos en serie. Donde hay cada vez más maquinitas, cada vez más plantitas y chicos en el subte. Ya no hay lugar ni para el amor, ni para la memoria, ni para la paz, ni para nada.
Cada uno en la suya.